Inicia una conversación con amigos y familiares directamente sobre el impacto de la carne y los derivados lácteos
11 cosas que todo el mundo debería saber sobre la carne y los derivados lácteos industriales
La carne y los derivados lácteos industriales tienen un gran impacto sobre el clima, los bosques, el agua y la salud. ¿Quieres compartir información con amigos y familiares sobre el problema pero no sabes por dónde empezar? Te echamos una mano. Estos once datos ilustran la verdadera magnitud del daño que provoca la ganadería industrial.
- El número de cabezas de ganado en la tierra es abrumador. El número de gallinas, cerdos y vacas que se sacrifican por cabeza se ha más que triplicado entre 1961 y 2009, llegando en este año a más de diez animales sacrificados por cada persona.
- La agricultura industrial es una amenaza para el clima que crece a toda velocidad. Si no hacemos algo, la previsión es que para 2050 el 52% de las emisiones de gases de efecto invernadero provengan del sector agropecuario y el 70% de las mismas vendrán probablemente del ganado.
- El ganado utiliza un cuarto de la superficie del planeta. La tierra total utilizada para que paste el ganado supone alrededor de un 26% de la superficie terrestre del planeta.
- Los residuos de la industria cárnica y láctea están ahogando los mares y los lagos. El ganado industrial es responsable del rápido crecimiento de las zonas muertas. El número de zonas muertas se ha incrementado desde 1992 en un 75%.
- El sector agropecuario contribuye tanto al cambio climático como todos los coches, aviones, trenes y barcos juntos. Las emisiones del ganado suponen un 14% de las emisiones de gases de efecto invernadero, más o menos lo mismo que las de todo el sector del transporte.
- Producir carne puede agotar los recursos hídricos. La ternera utiliza por gramo de proteína seis veces más agua potable que las lentejas o las judías.
- La carne procesada ha sido clasificada como potencialmente cancerígena. En 2015 el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer clasificó la carne roja como “probablemente cancerígena para los humanos” y la carne procesada como “cancerígena para los humanos”.
- Menos carne podría suponer más comida para más gente. La ciencia sugiere que cambiando nuestra dieta por una rica en alimentos de origen vegetal se reducirían los costes medioambientales y se alimentaria a millones de personas, sin aumentar por ello el uso de los recursos naturales.
- Se usa una enorme cantidad de medicamentos con el ganado. De hecho el uso cada vez más rutinario, extensivo y habitual de productos antimicrobianos en la producción ganadera supone un enorme reto para la medicina animal y humana.
- Comer más verduras y menos carne puede salvar vidas. Si el mundo se pasara a una dieta más sana con más verduras y legumbres y menos carne podríamos evitar cinco millones de muertes al año. Eso supone una persona cada 9 minutos.
- ¡Hay cosas que sí podemos hacer! Podemos pedir más alimentos de origen vegetal y menos carne en nuestros colegios, universidades y comedores públicos. Podemos exigir a los gobiernos que apoyen a los pequeños productores ecológicos en lugar de subvencionar a las empresas de carne industrial. Tenemos el poder de cambiar nuestros colegios, ciudades y gobiernos.
¿Quieres más información? Todos estos datos provienen de la investigación realizada para la visión de Greenpeace sobre el ganado para 2050.