Todo el mundo sabe lo importante que es la comida en Francia. Por tanto, no es de extrañar que gran parte del plan climático de París para reducir los gases de efecto invernadero en un 75% para 2050 se base en los alimentos sostenibles. Este plan se compromete a reducir el consumo de carne en un 20% para 2020 y exige que los comedores públicos tengan un día vegetariano a la semana. Dado que dichos comedores sirven 30 millones de comidas al año, el impacto es enorme.
Las comidas además deben satisfacer criterios sostenibles o humanitarias adicionales: los huevos deben proceder de gallinas no enjauladas, los peces no se deben haber pescado en aguas profundas y no se permite el uso de aceite de palma.
Siguiente paso
Parece ser que debido a la falta de coordinación se retrasó la implementación de estos estándares, por lo que animamos a la ciudad de París a invertir en coordinación. Igualmente, el impacto se duplicará si se hacen obligatorias dos comidas vegetarianas a la semana y París estará más cerca de cumplir sus objetivos climáticos.
El desafío global de Greenpeace:
Nuestros seguidores desafían a las ciudades a competir en lo más alto en reducción de carne para proteger nuestro clima, bosques y agua. Nuestro objetivo es que al menos 20 ciudades se comprometan a servir dos comidas vegetarianas (sin carne ni productos lácteos) en todos los comedores públicos semanalmente para fines de 2018. Esperamos tener al menos 100 ciudades globales que hagan esto o un mayor compromiso con menos y mejor carne y más comidas de origen vegetal para 2020.